El Derecho sanitario es una rama del Derecho público, que comprende una extensa materia legislativa, que parte desde la confirmación del fundamental Derecho a la salud, hasta la regulación del Sistema Nacional de Salud y sus componentes. Confirma a la salud como derecho fundamental (proclamado por la ONU), y además regula el Sistema Nacional de Salud, cuyos actores principales son: las autoridades sanitarias nacionales que ejercen la rectoría del mismo, las autoridades sanitarias locales que promueven sus mandatos. Tiene como marco legal lo estipulado tanto en la Constitución, como en la Ley de Salud decretada por el Estado. Esta Ley es un conjunto de normas y principios de orden jurídico que promulgan la política sanitaria nacional, y regulan su cumplimiento dentro del marco de la equidad y la bioética, para lograr el desarrollo integral de la salud en la comunidad.
Sistema Nacional de Salud: Es el conjunto de elementos que giran en torno a la regulación, prestación y recepción de los servicios de salud del Estado. Estos elementos que componen el sistema nacional de salud son: los actores sociales, los profesionales de salud, los establecimientos de salud, la legislación sanitaria y los organismos públicos competentes, que posibilitan el derecho a la salud, regulan el ejercicio profesional y controlan a dichos establecimientos.
El Sistema Nacional de Salud se organiza en dos entornos o niveles asistenciales: Atención primaria y Atención especializada, en los que el acceso espontáneo de los ciudadanos y la complejidad tecnológica se encuentran en relación inversa.
Atención primaria:
Es el nivel básico e inicial de atención, que garantiza la globalidad y continuidad de la atención a lo largo de toda la vida del paciente, actuando como gestor y coordinador de casos y regulador de flujos. Comprenderá actividades de promoción de la salud, educación sanitaria, prevención de la enfermedad, asistencia sanitaria, mantenimiento y recuperación de la salud, así como la fisioterapia y el trabajo social.
Atención especializada:
Comprende las actividades asistenciales, diagnósticas, terapéuticas y de rehabilitación y cuidados, así como aquellas de promoción de la salud, educación sanitaria y prevención de la enfermedad, cuya naturaleza aconseja que se realicen en este nivel. La atención especializada garantizará la continuidad de la atención integral al paciente, una vez superadas las posibilidades de la atención primaria y hasta que aquél pueda reintegrarse en dicho nivel.
Si la población está envejeciendo y cada vez hay más enfermedades crónicas la estrategia que puede hacer sostenible el sistema es desarrollar todas las potencialidades de la atención primaria, donde se puede actuar en educación y prevención que redunden en una población capaz de controlar su propia salud antes de que ésta empeore. Sin embargo, al sistema sanitario cada vez invierte más en asistencia especializada que es la que se lleva a cabo en hospitales y consume más recursos, cuando el paciente no controla su salud y se ve desbordado por la enfermedad.
Esta filosofía equivale a lo que expresa el dicho popular «acordarse de Santa Bárbara cuando truena», en lugar de actuar en los determinantes de la salud cuando se ven los primeros indicios de que se está formando la tormenta (que equivaldría al «mas vale prevenir que curar»).
Los datos del gasto de un tipo de atención y otro son elocuentes. Existe una brecha creciente desde que se implantó el sistema. En el siguente enlace hay información actualizada. https://www.actasanitaria.com/gasto-especializada-primaria/
La OMS hace décadas que recomendó desarrollar la atención primaria porque llegó a la conclusión de que, por encima de determinado nivel de gasto la «salud general» de la población no mejora significativamente, de ahí que haya que intervenir en los momentos previos a la enfermedad. Ahí es donde se encuentra el potencial.
La gente debe saber que la salud-enfermedad depende de sus decisiones vitales y hábitos de vida y para que lo tenga claro se necesita más educación y prevención. Lo que no entiendo es cómo quienes toman las decisiones continúan apostando por incrementar el gasto en especializada y se olvidan de esa importante baza que permanece inexplorada.
La fisioterapia maximiza la salud y fomenta el autocuidado, haciendo al paciente el protagonista máximo de su recuperación. ¿Pero dónde estamos en atención primaria?…. Infrautilizados.
No trata sobre sanidad pero nos lleva a un debate muy actual: los límites de la libertad de expresión. Ayer en Barcelona un juzgado dijo que no podía retirar de las calles el autobús de Hazte Oir con el mensaje contra «las feminazis» y el rostro de Hitler. Hoy en Valencia la policía urbana se ha acogido a la normativa que obliga a que las ventanas de socorro estén despejadas en este tipo de transporte para obligar a quitar las pegatinas. ¿Qué os parece? https://elpais.com/sociedad/2019/03/05/actualidad/1551809301_696526.html